viernes, 19 de septiembre de 2008

Cuento. A punto de la extinción.

A Punto De La Extinción.
Segundos después de un terrible accidente, Jaime, El jefe de bomberos de aquella ciudad llamada Nantes, recibió una llamada en su celular. Jaime, Te necesito aquí.
Le dijo una voz que a él, se le hizo conocida. Él, inmediatamente, trata de localizar el sitio donde se había originado la llamada. Mandó unas personas a revisar lo que había sucedido en ese lugar, y lo más intrigante. Quién y porqué lo había llamado.
Al llegar media hora más tarde, aquellos investigadores, trataron de localizar tal lugar. Era un precipicio, y ahí en ese lugar, había un auto volcado. Adentro, Habían dos personas: una pareja. Los dos están muertos, exclamó uno de ellos, mejor llamemos a emergencias replicó otro. Luego de un tiempo, llegó un equipo, conformado por; unos bomberos, un par de policías y una ambulancia.
Este equipo tan selecto comenzó su trabajo. Se apresuraron al precipicio y observaron lo sucedido. Sacaron aquellos cuerpos y comprobaron que la vida, ya no estaba en ellos. Es decir, Ahora, se les llamarían cadáveres.
En un inesperado momento, la parte delantera del auto, comenzó a arder en llamas. Apáguenlo, gritó uno de ellos. Después, la ausencia de las llamas se hacía presente. Ahora, el trabajo le correspondía a ese par de agentes policiacos. Ellos, no tendrían que haber venido en vano. Inspeccionaron el auto, y no encontraron nada extraño. Pero al llegar a la parte trasera, Abrieron la maletera, y encontraron, algo porque dudar. Al parecer, era un colchón. Pero... Al destaparlo, descubrieron un dispositivo explosivo, este parecía tener fuerza para destruir una ciudad completa. Aterrados, vieron el reloj en reversa que avanzaba rápidamente. Uno de ellos, pensó qué pasaría, si este conteo llegara a su final. El otro, trataba de encontrar una solución a esta situación... 19:24
Dos días antes.
¡Juan! Exclamó María, Cómo es posible que me obligues a hacer esto. De esta pregunta, no obtuvo respuesta alguna. Ella, no estaba de acuerdo con lo que su novio pensaba hacer. Él, pensaba obligarla a cometer un acto que ella no quería. Estaban, a punto de tener un hijo, un hijo que sería orgullo de su madre. Ella, tomó su celular e hizo una llamada. Hablaba en voz baja porque no quería que Juan escuchara lo que ella hablaba.
María, hablaba con Jaime, un amigo el cual había conocido la noche de ayer, en su clase de Baile. Aunque ella, intentara negarlo. Sentía una clase de sentimientos por Jaime, entre los cuales estaba atracción. Él, quería conocerla. Él era soltero, quería casarse con una mujer que en realidad lo quisiera, y que le pudiera ofrecer muchos hijos. Por aquel teléfono, conversaron unos instantes. Los cuales a ambos, se les hicieron pocos segundos. María, gritó Juan, Con quién hablas. Es hora de irnos.
Juan, era miembro de un grupo revolucionario. Él, con sus ideales, pretendía atentar contra la gran ciudad de Nantes, Pretendía, obligar a María. Que ambos se suicidaran en un acto terrorista. Él, tenía una vida aburrida y amarga. Y por eso, quería destrozar a su esposa y a su hijo. Con lo que también vendría la destrucción de Nantes, su ciudad natal.
María, obedeció la orden de Juan. Se subió a aquel auto donde le llegaría la muerte. Él, iba conduciendo hacia el parque principal. Donde pretendía originar una gran explosión, que abarcaría completamente la ciudad.
Pero, en su camino, ocurrió algo inesperado. En la Cajuela del auto, sonó un ritmo parecido al de un celular. Era el celular de María. Ella, en un intento desesperado por contestar, Le dijo a Juan que detuviera el auto. Él le respondió bruscamente con un intenso, no. Pero, el un poco intrigado. Detuvo el auto. Yo contestaré, afirmó Juan. Al contestar, recibió una sorpresa inesperada. Era un hombre. Él, inmediatamente colgó. Se subió al auto con una furia inmensa. Empezó a manejar de una manera brusca, como si quisiera estrellarse. María, muy asustada, trató de abrir la puerta. Están con candado, afirmó Juan. En esta situación, ella empezó a llorar. No quería morir. En el fondo de su corazón, se imaginaba una vida feliz con Jaime, llena de hijos y felicidad. Al escondido agarró su celular, Llamo a Jaime y solamente pronunció unas palabras. Jaime, te necesito aquí. En ese preciso momento, Juan empezó a llorar, y dijo: No quería que esto terminara así, y con estas palabras finales, aventó el auto hacia un precipicio.
10: 82
Uno de aquellos policías Desesperados, le dijo al otro: Que haremos. Su respuesta fue: tenemos que llamar a unos expertos. No tenemos tiempo, afirmó el otro. Al fin de esta pelea inconclusa, llamaron a un grupo antibombas y con aquel grupo, llegó Jaime, aquel hombre, tratando de resolver ese misterio que lo tenía en crisis. Al llegar, los hombres antiexplosivos, empezaron a hacer su trabajo: Apagar aquella bomba marginal. Y Jaime, investigando, para acertar con lo que sucedía. Se acercó a uno de los policías y le pregunto. Qué paso aquí. El policía, le relato todo lo sucedido. Luego de esto; Jaime dijo. Quiero ver a los cadáveres. Para su terror, uno de ellos era María. Él, empezó a llorar desesperadamente, y ya comprendía, Quién lo había llamado. Se preguntaba. Cómo podía haber sucedido esto.
5:50
En aquel reloj, que tan solo quedaban cinco minutos para la destrucción total. Encima, habían unos hombres, con lágrimas de sudor en sus cuellos. Tratando de detener aquellos números inconscientes que avanzaban rápidamente.
Mientras tanto, Jaime, atando cabos. De todo lo que sucedía. Se acordó de María, se dio cuenta, de que aquella noche. El amor se había apoderado de ellos, y de pronto, pudieron haber engendrado un resultado de su improvisto amor. Un hijo. Todos estos pensamientos, pasaban rápidamente por la mente de Juan. Esto lo hacía llorar.

1:50
En el ambiente, había tensión total. Por su parte, Jaime, tratando de esclarecer lo que sucedía y, aquellos hombres, con la sangre en la cabeza tratando de apagar aquella bomba.
00:45
Faltaban apenas cuarenta y cinco segundos, todo iba a colapsar, si estos segundos pasarán en vano. Uno de los expertos, estaba ya temblando, mientras decía que no le encontraba solución a este dispositivo, que era muy complejo, de fabricación extranjera. Jaime, seguía pensando, tal como si estuviera en transe. Se acordó la noche que estuvo con María. Ella alcanzó a decir mientras dormía.
Todo colapsará, la detención de la destrucción, será nuestra independencia.
Empezaron a pasar miles de imágenes por su mente. La independencia, Napoleón Bonaparte, y, que tenía que ver la independencia con una bomba. En una conclusión no muy acertada para él, pensó que serían, los tres colores, De la bandera francesa. Azul, Rojo y blanco. Creyó haber encontrado una solución.
Se acercó a uno de los agentes; creo haber encontrado una solución, dijo al agente. Robert, agente experto en bombas, desde hace diez años, quedó un poco pensativo con lo que Jaime le dijo.
00:10
Córtalos, dijo Jaime un poco irritado. Sin pensar, Robert accedió a la petición de Jaime. Faltando tres segundos, para el final, el agente empezó a cortarlos, diciendo una serie de palabras, en su orden. Para la maravilla de todos los espectadores, el contador se detuvo. Todas las personas, que se encontraban en ese lugar, aplaudieron fuertemente. Sin embargo; Jaime, se encontraba, muy triste y deprimido por todo lo que había sucedido. No soportaba, la muerte de la persona. Que él, a primera vista. Más amaba en su vida. Miró hacia el cielo, estuvo inconstante un momento, miró a Robert. Agarró su arma y sin pensarlo se suicidó.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Marc, me he quedado impresionada, veo que escribes con mucha fluidez y además tienes el tino para mantener cautiva la atención.

ANONIMO dijo...

Me parece Magnifico este cuento
Felicidades al autor

rosemarie dijo...

me gusta tu libro,seria bueno adaptarlo. crear unos guiones, podria ser una excelente pelicula o una obra de teatro del autor marco polo.

rosemarie dijo...

me gusta ese libro,esta bueno para adaptar los libretos,y crear una obra de teatro.hasta una pelicula se podria llamar "un encuentro fortuito que cambio nuestras vidas"por el director y autor marco polo.